Varias veces me he planteado la interrogante de que si en realidad soy swinger o no, o más bien dicho si somos un matrimonio swinger o no.
Esta claro que soy bisexual, para mi gusto y el de mi esposo, así como el haber participado en varias tertulias tripartitas de tipo intimo, que la hemos gozado los tres.
Si mi bisexualidad, la descubrí como un accidente turístico o jurídico no lo se, pero de que la he disfrutado, eso si es verdad.
Pero estoy mas que segura que no somos una pareja swinger, he dado vueltas alrededor de este pensamiento, pero en realidad no me atrae la idea de un intercambio y mucho menos invitar a un tercero beneficiario a mi lecho matrimonial, pero si me gusta, me excita, me saca de mi……. el solo pensar en invitar a una tercera, no me considero lesbiana, no lo soy, pero me encanta la idea de ser bisexual.
No quisiera plantear que mis deseos personales se deban satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás, eso sería por demás egoísta y creo que a la final no obtendría ningún buen resultado, pero si enfatizar que cuando he extendido mi mano a la invitada para compartir nuestro amor, ha subido a nuestro lecho con la mas amplia confianza y libertad, así como las ganas y deseos de pasarla bien.
Entonces, no soy swinger, no vivo en un lifestyle perpetuo, pero si deseo vivir en continuo placer, puesto que el placer es concebido como algo que excita los sentidos, y se transforma en placer sensual.
En conclusión, no soy swinger, soy hedonista.
Cirenaica o Epicúrea, todavía no lo se, jajajajaja.
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