Confesiones de una puta cara, es un libro livianito, que se lo puede leer en una sola sentada, pero vacío, como la vida de la protagonista.
“Paula O” es la protagonista de esta historia en donde las llamadas prepagos de alto nivel confirman el auge de esta “profesión”. Dentro de la clase alta de Colombia es común utilizar sus servicios y la historia de estas mujeres.
¿Sí seré yo el tipo de personaje que anda buscando? Interrogó. ¿Cómo se le pregunta a una mujer que acaba de conocer si es puta y a dónde apunta la mirada después de semejante interrogante?
Hablé con Paula O. por primera vez en abril de 2006 en su apartamento, un sitio alquilado en un barrio exclusivo del norte de Bogotá que sorprendía por su austeridad. Hermosa, de 37 años, 1.67 de estatura, busto de silicona y marcado acento paisa, pretendía saber para que quería entrevistarla…
El testimonio de Paula O., protagonista de Confesiones de una puta cara, rompe los esquemas de los libros sobre erotismo. Su voz en primera persona, hábilmente conducida y plasmada por Celis Albán, encarna, desde su experiencia como prostituta de alto vuelo, la trama de la Colombia actual. Narcotráfico, paramilitarismo y política se entremezclan en este impresionante retrato de una prepago; libertina, inteligente, contradictoria, exquisita y sensible.
“Paula O” es la protagonista de esta historia en donde las llamadas prepagos de alto nivel confirman el auge de esta “profesión”. Dentro de la clase alta de Colombia es común utilizar sus servicios y la historia de estas mujeres.
¿Sí seré yo el tipo de personaje que anda buscando? Interrogó. ¿Cómo se le pregunta a una mujer que acaba de conocer si es puta y a dónde apunta la mirada después de semejante interrogante?
Hablé con Paula O. por primera vez en abril de 2006 en su apartamento, un sitio alquilado en un barrio exclusivo del norte de Bogotá que sorprendía por su austeridad. Hermosa, de 37 años, 1.67 de estatura, busto de silicona y marcado acento paisa, pretendía saber para que quería entrevistarla…
El testimonio de Paula O., protagonista de Confesiones de una puta cara, rompe los esquemas de los libros sobre erotismo. Su voz en primera persona, hábilmente conducida y plasmada por Celis Albán, encarna, desde su experiencia como prostituta de alto vuelo, la trama de la Colombia actual. Narcotráfico, paramilitarismo y política se entremezclan en este impresionante retrato de una prepago; libertina, inteligente, contradictoria, exquisita y sensible.
2 comentarios:
Es un buen libro, pero estoy de acuerdo contigo, la vida de la protagonista es muy vacía.
Gracias Anónimo.
Publicar un comentario